Pese a que es por (casi) todos conocido que las trilogías de
El señor de los anillos, y la más reciente de El hobbit fueron rodadas en (los
increíbles) paisajes de Nueva Zelanda, no por tantos es sabido que la
inspiración de Tolkien vino de tierras algo más cercanas. Al menos Rynair lleva
hasta ellas. Es Reino Unido quién se encuentra detrás de muchos de estos
escenarios de película o de libro, en este caso.
La BBC recogió estos lugares en un reportaje:
La Comarca, según una carta del propio Tolkien "más o
menos un pueblo de Warwickshire en la época del jubileo de diamante (de la
reina Victoria)” . En una entrevista además añadió que estaba inspirada en unos
kilómetros cuadrados del campo de Sarehole, pueblo en el que vivió en su
traslado de Sudáfrica a Inglaterra.
Las casas de la comarca, estarían inspiradas, en las ruinas de Lyndey Park y la propia historia del anillo grabado, la escuchó en un templo romano. Trataba sobre su hallazgo en Hampshire, y se decía de él que estaba ligado a una maldición. Y un paseo por las colinas de Malvern en Worcerstshire, le sirvió para dibujar en su mente un lugar fronterizo entre Rohan y Gondor.
En cuanto a la tierra de los elfos, Rivendel sabemos que
tiene un poderoso parecido con el valle de Lauterbrunnen gracias a una edición
ilustrada de "El hobbit".
Y con bastante menos magia, la ciénaga de los muertos le
debe algo al norte de Francia después de la batalla del Somme. Y aunque el propio escritor participó en las dos Guerras Mundiales, y pese a decir que no se basaba en ellas en sus películas, sí dijo al respecto: “ Un autor no puede, por supuesto, permanecer completamente desafectado
de su experiencia, pero las formas en que el germen de una historia utiliza el
suelo de la experiencia son extremadamente complejas, y los intentos por definir
el proceso son, en el mejor de los casos, suposiciones a partir de la evidencia
que es insuficiente y ambigua"